Muy a menudo nos encontramos con personas que tienen dudas sobre la terapia online, pues «no es lo mismo» o no lo consideran tan efectivo. En este pequeño artículo, te explicamos las claves para saber si eso es así.
Desde la pandemia por el COVID-19, responder esta pregunta ha sido algo prioritario en la ciencia de la Psicología. Aunque la realidad es que las nuevas tecnologías estaban cada vez más presentes en la psicoterapia, el estar encerrados o limitar las salidas en los años posteriores nos forzó a adaptar el proceso de terapia al formato online sin mucho conocimiento de causa.
Por ello, los diversos enfoques de la psicoterapia se centraron en mostrar la eficacia de sus técnicas para los diversos diagnósticos o problemas que solemos encontrar frecuentemente en consulta. Esto ha resultado muy útil para los/as profesionales de la Psicología que realizan terapia online ya que se ha podido probar su eficacia, pero sobre todo dar con las claves que hacen que la terapia online también sea efectiva.
La respuesta a la pregunta de este artículo es sencilla y la mayoría de investigaciones apuntan a lo mismo: la terapia online funciona porque hemos cambiado el canal de comunicación, pero no el proceso. De hecho, la satisfacción con el proceso terapéutico de los/as pacientes es similar entre la terapia online y presencial. De igual manera, las diferencias en los resultados terapéuticos entre ambos formatos son pocas, mostrando su eficacia tanto en niños/as y adolescentes, como en personas adultas.
¿Cuáles son las claves para garantizar su eficacia?
- Asegurar una buena alianza terapéutica. Al igual que en la terapia presencial, la terapia online no puede ser efectiva si no se crea una buena alianza entre psicólogo y paciente.
- Una buena conexión y conocimientos sobre su uso. Por un lado, reducimos la posibilidad de que aparezcan ruidos, un espacio tranquilo y mejora la calidad de la llamada. Por otro lado, la competencia del/a psicólogo/a al utilizar las tecnologías y programas requeridos es fundamental para resolver los contratiempos y dificultades que puedan surgir.
- Cuidado de la confidencialidad de el/la paciente. El uso de las nuevas tecnologías e internet puede suponer unos riesgos en cuanto a la privacidad de el/la paciente. Por ello, es importante que el/a psicólogo/a garantice la protección de los mismos.
- La persona debe disponer de un espacio de intimidad en el que se sienta cómoda. No disponer de un espacio en el que sentirte seguro, cómodo y en intimidad dificultará el éxito terapéutico.
Beneficios de la terapia online:
- Resulta mucho más eficiente, reducimos el tiempo en desplazamientos y el dinero invertido.
- Es mucho más cómoda pues no hay que desplazarse a una consulta.
- Es más accesible, no hay límite geográfico y se puede realizar en cualquier lugar.
- Mejora la adherencia al tratamiento ya que la disponibilidad del paciente aumenta.
- Hay un mayor anonimato. Muchos/as pacientes agradecen la privacidad de no tener que ir a una sala de espera.
- El lugar que eligen suele resultar más seguro y cómodo, y acelera el proceso.
- Facilita la conciliación familiar para las personas que tienen personas dependendientes a su cargo.
Referencias:
Aragón, P. O. (2020). Eficacia y mejores prácticas en psiquiatría y psicoterapia online. Psiquiatría y Salud Mental, 37(3/4), 137-146. https://www.researchgate.net/publication/350354524
Grillo, R. V. (2012). Bases de la psicoterapia e intervenciones online. Intercambios, papeles de psicoanàlisis/Intercanvis, papers de psicoanàlisi, (28), 63-79. https://raco.cat/index.php/Intercanvis/article/view/354038/445932
Andrade, D., Espinoza, J., Hurtado, F., & Robalino, D. (2021). Psicoterapia Online: Aplicación desde una perspectiva cognitivo-conductual. Revista Scientific, 6(22), 56-77. https://doi.org/10.29394/Scientific.issn.2542-2987.2021.6.22.3.56-77
