Un/a buen/a psicólogo/a y cómo encontrarlo/a

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¡Hola a todxs! Esta semana os traemos el post que os prometimos hace un par de semanas: un buen psico y como encontrarlo. En nuestra búsqueda por el bienestar emocional, un buen psicólogo puede ser un aliado invaluable. Pero, ¿qué cualidades y habilidades debe poseer? ¿Dónde encontrarlo? En este artículo, exploraremos los aspectos clave para identificar al psicólogo adecuado que nos acompañe en nuestro viaje hacia la salud mental y emocional.

¿Qué es un buen psicólogo?

Un buen psicólogo es aquel profesional capacitado para brindar apoyo y orientación en situaciones de malestar emocional. Posee habilidades de escucha activa, empatía y comprensión, permitiendo un espacio seguro para que el paciente pueda expresarse sin juicio. Además, está comprometido con el crecimiento y bienestar de sus pacientes, adaptando su enfoque según las necesidades individuales y favoreciendo las herramientas y aprendizajes necesarios para el cambio.

¿Qué características tiene un buen psico?

Un buen psico debe tener ciertas cualidades como la empatía, la sensibilidad, la comunicación efectiva… muchas de las cuales son evidentes y otras no tanto. Cuando os preguntamos nos dijisteis muchas cosas con las que estamos muy de acuerdo, así que vamos a intentar hacer una pequeña lista donde podamos desarrollarlas.

En el nivel personal:

  • Es amable y cercano, esto favorece que haya buen feeling.
  • Te hace sentir seguro y confiado cuando estás con él, el primer paso para conseguir esto es no sentirte juzgado.
  • Te escucha activamente, algo imposible si solo se centra en buscar soluciones o darte instrucciones.
  • Te tiene en cuenta durante la terapia, quiere saber tu opinión y la tiene en cuenta. Incluso te lo preguntará por ella.
  • Te hace sentir comprendido, válido y cuidado.
  • Debe tener buenas habilidades de comunicación tanto para expresarse y hacerse entender como para ayudarte a ti a hacerlo.

En el nivel ético:

  • Es honesto contigo por lo que reconoce los límites de su propia competencia y experiencia, y así deberá comunicarlo. Se asegura de brindar servicios para los que está capacitado y en caso contrario deriva el caso.
  • Mantiene la confidencialidad, es decir, protege y respeta la privacidad de sus pacientes. Esto es, mantiene el secreto de lo que ocurre en las sesiones.
  • Muestra respeto por la dignidad y derechos del paciente tratando con cortesía, consideración y sin discriminación alguna, independientemente de su origen étnico, religión, orientación sexual u otras características personales.
  • Es imparcial y no te juzga, la escucha que hace debe ser lo más objetiva posible (dentro de la subjetividad del paciente) y su feedback debe estar libre de juicios y opiniones.
  • Si no hay avances en la terapia o ya se han alcanzado los objetivos, cerrara el proceso terapéutico en marcha y te dará las recomendaciones correspondientes.
  • Te contará todos tus derechos y sus deberes a través del consentimiento informado al comienzo del proceso terapéutico.

En el nivel profesional:

  • Se adapta a ti, cada persona es un mundo y en nuestro abanico de herramientas y habilidades, debemos adaptarnos a lo que tú y tu problema necesitáis.
  • Se asegura de seguir formándose y actualizando sus conocimientos al igual que lo hace la ciencia.
  • Tiene la formación y experiencia necesarias para ayudarte con tu problema.
  • Debe estar habilitado para trabajar como psico mediante el Máster en Psicología General Sanitario o el programa de Psicólogo Interno Residente.
  • Supervisa y consulta cuando lo necesita para asegurar que está haciendo un buen trabajo con sus casos.

Especializaciones y enfoques terapéuticos:

Muchas veces, nos encontramos con muy buenos psicos pero que no son el mejor psico para nosotros/as o nuestro problema. Esto también depende de su estilo, especialización y enfoque.

Los/as psicólogos/as pueden especializarse en diversas áreas como la terapia familiar, infantil o perinatal, la ansiedad o la depresión, el trauma, trastornos mentales graves… depende mucho de la población y la temática, será bueno que busques tu situación.

Además, existen diferentes enfoques terapéuticos, nosotros te vamos a contar brevemente sobre los principales y más reconocidos por el mundo de la Psicología que, por tanto, son los más fiables.

  • Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): La TCC se centra en la relación entre los pensamientos, las emociones y los comportamientos. Ayuda a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos o distorsionados que contribuyen a los problemas emocionales y conductuales. Esta terapia utiliza técnicas estructuradas y prácticas, como la reestructuración cognitiva y la exposición gradual, para abordar trastornos como la depresión, la ansiedad, los trastornos de alimentación y las fobias.
  • Psicoterapia Psicodinámica: es un tipo de terapia psicológica que toma como referencia los conocimientos de psicólogos tan importantes como Jung, Lacan, Freud o Klein. Su objetivo es estudiar el inconsciente de la mente humana porque es este el responsable de la mayoría de las cosas que hacemos.
  • Terapia Humanista: La terapia humanista se enfoca en la idea de que las personas tienen un impulso innato hacia el crecimiento y la autorrealización. Los terapeutas humanistas brindan un ambiente de apoyo y no juzgador para que los clientes exploren el sentido de sí mismos y sus metas en la vida. La terapia centrada en la persona de Carl Rogers es un enfoque humanista ampliamente utilizado y de ésta nacen muchas de las habilidades personales más útiles de los psicoterapeutas.
  • Terapia Familiar Sistémica: Este enfoque se enfoca en los patrones de interacción, relación y comunicación dentro de los sistemas familiares. Los terapeutas familiares trabajan con todas las personas involucradas en la dinámica familiar para mejorar las relaciones, resolver conflictos y abordar los problemas emocionales de los miembros de la familia. La terapia familiar sistémica es especialmente útil para problemas como la violencia doméstica, los trastornos de la conducta alimentaria y los trastornos del comportamiento en los niños. En muchos casos también se utiliza en terapia individual.
  • Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): se basa en el principio de que el sufrimiento humano surge de los intentos de evitar o controlar experiencias internas no deseadas. Esta terapia se centra en ayudar a las personas a aceptar sus pensamientos y emociones sin juzgarlos y a comprometerse con acciones que estén alineadas con sus valores. La ACT se utiliza para tratar trastornos como la depresión, la ansiedad, los trastornos de estrés postraumático y la adicción.

Dónde encontrar buenos/as psicólogos/as:

A pesar de esto, puede ser que te cueste dar el primer paso de buscar. Si no conoces a nadie que haya ido terapia cerca de ti y pueda darte una referencia, te dejamos unas opciones:

  • Pregunta a las personas de tu entorno, de confianza, por sus experiencias terapéuticas y pídeles referencias del/a profesional que le ayudó.
  • Consulta con tu médico de cabecera, puede tener recomendaciones o referencias de psicólogos/as de confianza en tu área.
  • Busca en directorios profesionales como el Colegio Oficial de Psicólogos de tu provincia o comunidades autónomas, donde puedes encontrar listados de profesionales colegiados.
  • Lee opiniones y reseñas de los profesionales que encuentres o te propongan. Los testimonios de otros pacientes sobre los/as psicólogos/as que estás considerando, pueden ser una forma fiable de acertar.
  • Verifica la formación y especialización del profesional, asegúrate de que está titulado y habilitado para ejercer.
  • Considera la ubicación y disponibilidad, debe ser conveniente para ti y que puedas acudir a las sesiones sin dificultad pues la continuidad es importante.

¿De qué dependen los buenos resultados?

En la psicoterapia hay unos factores más influyentes que otros que favorecen el éxito terapéutico. Para contaros esto, hemos traído la Teoría de los Factores Comunes en psicoterapia que hablan de algunos elementos que nos permiten conseguir resultados y lo hemos adaptado a nuestra visión de ello:

  • El vínculo terapéutico: un buen vínculo y relación entre psico y paciente es el factor más determinante en los resultados de la terapia. Éste se caracteriza por la empatía, la comprensión y la conexión entre ambas partes de la que hemos hablado antes. Proporciona un entorno seguro en el que el paciente se siente cómodo para explorar y compartir sus pensamientos y emociones.
  • Colaboración paciente-psicólogo/a: cuando ambas partes trabajan juntas, compartiendo responsabilidades y tomando decisiones de manera conjunta, se crea un enfoque terapéutico más efectivo. El paciente se involucra activamente en su proceso de curación y se siente capacitado para realizar cambios positivos en su vida.
  • Expectativas positivas: nada de esto es posible si el paciente no tiene la percepción de que la terapia y/o el psicólogo pueden ayudarle. Esto va a ser responsabilidad de ambas partes, uno deberá confiar en que el/la profesional puede ayudarle y el/la otro/a le mostrará cómo puede hacerlo.
  • Técnicas y enfoques adecuados: un buen psico evalúa cuidadosamente la situación del paciente y selecciona las técnicas más apropiadas según su problemática y características y preferencias individuales.
  • Motivación y compromiso: el/la paciente debe estar dispuesto a participar activamente en su propio proceso de cambio y a dedicar tiempo y esfuerzo a las tareas terapéuticas fuera de las sesiones. El compromiso con la terapia y el deseo genuino de mejorar aumentan las posibilidades de obtener resultados positivos.
  • Apoyo social: el apoyo social del entorno del paciente puede influir en el éxito terapéutico. El respaldo de amigos, familiares o grupos de apoyo puede proporcionar un sistema de apoyo adicional y facilitar la implementación de cambios positivos. El/la psicólogo/a puede trabajar en colaboración con el paciente para fortalecer y movilizar su red de apoyo existente.

En definitiva…

Encontrar un/a buen/a psicólogo/a implica identificar a un profesional con cualidades empáticas, habilidades terapéuticas sólidas y un compromiso ético. La especialización y enfoque terapéutico adecuados son clave para abordar nuestras necesidades individuales. Además, el éxito de la psicoterapia depende del vínculo terapéutico, la colaboración y la motivación mutua. Pero lo más importante de todo esto es cómo te sientes con él/la y en el espacio terapéutico, por lo que te recomiendo buscar siempre referencias confiables antes de tomar una decisión.

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